domingo, 5 de octubre de 2008

FRENTE AMPLIO. LA IZQUIERDA DEBE RECOBRAR LA CENTRALIDAD, PARA ACTUAR UNIDA

Esta nota sin firma salió hoy en La República, por la forma y estilo tal vez sea de Raúl Legnani.

La levantamos por considerar que es una alerta para muchos...

Astori y Mujica acuerdan o se viene la reelección

Si Astori y Mujica se quedan encerrados en sus estrategias individuales, esperando que Enrique Rubio les haga gancho para que se encuentren, se puede disparar la idea de la reelección del presidente.


Danilo Astori y José Mujica. Deben dejar de jugar a las escondidas.

El Frente Amplio está perdiendo el tiempo, porque toda su atención está centrada en el chismerío sobre la posible conformación de la próxima fórmula presidencial.

Desde distintas filas de la izquierda se justifica esta situación, porque se está en medio de un debate sobre programa y candidatos que hace a la democracia de la fuerza política.

Algo de razón hay, pero no toda. porque la izquierda no ha comprendido que ya comenzó la campaña electoral por parte de los blancos, los únicos competidores en las elecciones nacionales de 2009, dentro de un año y chirolas.

El Frente Amplio necesita resolver democráticamente sus diferencias y matices, pero a la vez requiere tener una centralidad que le permita defender la gestión del actual gobierno y a la vez trazar la hoja de ruta hacia el segundo gobierno de la izquierda.

Esa centralidad se ha perdido, y por eso, el pasado jueves, el presidente Tabaré Vázquez aceptó una entrevista televisiva que, por encima de algunos puntos muy polémicos emanados de sus opiniones, se mostró como una figura política de primer nivel, trasmitiendo serenidad, convicción y firmeza en sus planteos.

Esa centralidad, en la hora política actual, sólo se podrá lograr mientras se construye la fórmula presidencial, si Tabaré Vázquez, Danilo Astori y José Mujica actúan sólidamente juntos. Cosa que no está ocurriendo (se nota el malestar entre ellos).

La centralidad requerida será más fácil si se logra un consenso, pero, si no lo hay, esa centralidad habrá que reconstruirla después de las elecciones internas.

Los adversarios largaron

En una campaña electoral que ya comenzó, una fuerza política como es el FA y que necesita de sus ofertas multicolores, de gestos y talantes diversos, a la vez requiere de un programa único y de un centro de dirección única.

Nadie puede avanzar en medio de una gran batalla política como el próximo acto electoral de octubre de 2009, si sus fuerzas viven en un permanente estado de deliberación porque eso lleva a la inacción o a la falta de unidad de acción.

El desafío que tiene la izquierda por delante es ir preparando la centralidad, mientras la democracia se ejerce a fondo para encontrar los acuerdos necesarios para presentarse en las elecciones en forma prolija.

Da la impresión que los dirigentes de la izquierda no se dan cuenta que el gobierno está sin escudo, en tanto los dos posibles candidatos de la izquierda a la Presidencia de la República (Mujica y Astori) juegan a las escondidas para no encontrarse a pesar de que saben que se necesitan uno al otro.

Consecuencia de esto es que el electorado y la militancia frenteamplista miran por TV los gestos de los líderes y dirigentes, sin entender mucho las señales que emiten o lo que es peor: todo el mundo sospecha que está en marcha una gran maniobra ­que puede tener éxito o no­ pero que coloca a los de a pie como simple espectadores.

Esta situación se agrava en el interior del país, hay sectores frenteamplistas que se disparan con actitudes individualistas y sectarias. El caso más grave es en Maldonado, al grado que ese departamento se puede quedar sin la culminación de la Perimetral, por responsabilidad de la “oposición” de izquierda.

De continuar así el Frente Amplio va, sin escala, a perder las elecciones nacionales, más cuando hay un electorado que está muy definido y donde sólo hay entre un 10% y un 6% de indecisos, en un país donde la oposición ha resuelto oponerse a todo e interpelar a cualquier ministro por la inestabilidad de la Primavera o por el bajo nivel del fútbol uruguayo.

Es de esperar que en las próximas horas Astori y Mujica avancen en un entendimiento en materia de fórmula presidencial, pero mientras se procesa ese diálogo, los dos líderes tienen que salir juntos ante la opinión pública para defender al gobierno de izquierda.

Si se quedan encerrados en sus estrategias individuales, esperando que Enrique Rubio les haga gancho para que se encuentren, deben saber que se puede disparar la idea de la reelección del presidente Tabaré Vázquez que, con el transcurso de los días, va cobrando fuerza. Reelección que Vázquez no “mandó a parar”.

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